A pesar de los muchos debates en curso sobre los cigarrillos electrónicos, parece que Australia todavía está lejos de estar lista para aceptar el vaporizador personal como un dispositivo de reducción de daños.
NO HAY PRODUCTOS TÓXICOS EN E-CIGARETTES
Todavía tenemos el ejemplo con ACCC (Comisión Australiana de Competencia y Consumo) quien presentó una demanda en la Corte Federal contra un vendedor de cigarrillos electrónicos en línea. Se le acusa de haber realizado declaraciones engañosas en su plataforma declarando que sus productos no contenían ninguno de los químicos tóxicos que se encuentran en los cigarrillos convencionales.
Se habrían realizado pruebas independientes de los cigarrillos electrónicos en cuestión por Joystick Company Y se han encontrado productos químicos, incluidos formaldehído, acetaldehído y acroleína, según la ACCC. (Obviamente, todos sabemos que durante el uso normal, estos productos no están presentes en el cigarrillo electrónico ...)
La Organización Mundial de la Salud clasifica el formaldehído como carcinógeno, el acetaldehído como posible carcinógeno y la acroleína como sustancia química tóxica.
Para Sarah Court Comisionado de la ACCC: " los proveedores debían tener evidencia científica antes de afirmar que sus productos no contenían carcinógenos y productos químicos tóxicos.". Según ella " Esto es particularmente importante cuando los productos están diseñados para ser inhalados y se diferencia de los cigarrillos convencionales por el hecho de que no contienen productos químicos tóxicos. »
La ACCC está actualmente muy activa en estas demandas, y señala que otros dos proveedores de cigarrillos electrónicos también han sido atacados y tendrán que responder a estos mismos cargos en la Corte Federal.
